lunes, 9 de junio de 2008

El tránsito PRO

Alguna vez declaró, muy risueño, que las fotomultas a él lo perjudicaban porque es "un desastre manejando". Como si pasar un semáforo en rojo o estacionar en lugares indebidos fuera una travesura y no una violación de una ley, además del deber ético de respetar las normas de la sociedad. Nada mencionó, en aquella ocasión, de que el Grupo Plaza, propiedad suya, dueño de unas cuentas líneas de colectivos, no pagaba ninguna multa por tener arreglos con la empresa que concesiona este "servicio". Igual volvió a hablar del asunto.
Mauricio Macri nuevamente salió al ruedo, como cada tanto. El Jefe de Gobierno se descargó con una batería de medidas para reordenar el tránsito: carriles exclusivos para taxis y colectivos, carriles reversibles en algunas avenidas ( ¿en Avenida Santa Fe??? ), encarecimiento de peajes en horas picos, aumento en el monto de las multas y el resurgimiento del sistema de fotomultas, derogado por él mismo apenas asumió (raro, ¿no?). El que piensa que estas medidas solo apuntan a recaudar, le digo que abra un poco su mente, sea más PRO, y vea más allá de eso. Acusar a Macri de pensar solo en negocios (¿o negociados?) es de mala leche, y totalmente infundado.
Hablando un poco en serio, es de obtuso creer que el que va al centro en auto va a dejar de hacerlo porque le pasen a cobrar el peaje de 2 a 4 pesos, o que va a manejar mejor porque la multa por pasar en rojo se duplica. Todos sabemos que estas multas, además, las pagan los de siempre, los que menos tienen. Estos "técnicos" que consignaron este brillante plan, seguro habrán tenido en cuenta que la gente, antes de dejar el auto en el garage y agobiarse en el transporte público, optarán por esquivar los peajes e inundarán las avenidas que se dirigen al centro porteño.
Una de las medidas que mayor placer le habrá dado anunciar al ex presi de Boca, es la de prohibir las marchas en la Capital Federal que no sean previamente avisadas y autorizadas por el Gobierno porteño. Vale preguntarse entonces, cómo procederá Macri ante un corte de calles promovido por estudiantes de un colegio sin estufas en invierno, o de trabajadores de un hospital sin insumos, por citar algunos ejemplos. Hace poco vino Luis Palau y cortó 9 de julio y Corrientes por un acto evangelista en pleno horario pico de salida del trabajo. Y el Gobierno lo autorizó. ¿Esto no causó problemas en el tránsito?
Una vez más, Macri demuestra su incapacidad para gobernar, su pobre manejo de las cuestiones sociales y su intolerancia para con la gente que ose levantar la voz en su contra.
Porteños, ustedes sabrán a quien votaron. A aguantar lo que se venga...