jueves, 20 de diciembre de 2007

Bases militares estadounidenses en la región

Uno de los temas que se le escapa a la agenda periodística argentina, es el de las bases militares estadounidenses en la región. “En algunos lugares de sudamérica” dirá usted, ingenuamente. Sí, contesto yo, pero también en la Argentina. ¿Lo sorprende esta afirmación? No debería. La política imperialista estadounidense no se terminó a principios de los `90 con la caída del régimen soviético y la culminación de la Guerra Fría. No finalizó, claro está, sino que cambió su imagen y sus métodos. Como ya no había un enemigo al cual combatir (¿hace falta que aclare que estoy hablando del Comunismo?), EE.UU tuvo que transformar su modus operandi y adecuarse a la realidad actual del mundo. Las nuevas guerras en contra del terrorismo y el tiranismo en el Medio Oriente no son más que una casi obvia excusa para hacerse cargo del petróleo y controlar territorio cerca de dos de sus posibles enemigos a futuro (Rusia y, principalmente, China).
En los últimos años, y con diferentes excusas, Estados Unidos consiguió ubicar bases militares en varios de los países latinoamericanos. Las bases de Manta, en Ecuador, y la de Tarija, en Bolivia, son simples ejemplos ya conocidos por la mayoría. Los soldados norteamericanos se pasean por estos territorios extranjeros como por el patio de su casa gracias a los acuerdos que hicieron los gobiernos lacayos y neoliberales que tuvo la región recientemente. El Plan Colombia es otro de los instrumentos adoptados por el imperialismo yanqui para instalarse de lleno en Sudamérica. Con el pretexto de “controlar el tráfico de drogas” el gobierno de Bush prepara a la región de cara a los tiempos que se vienen. Cerca de la “amenaza” de la Venezuela de Chávez, pero también cerca del Orinoco y del Amazonas, Washington se posiciona para encarar los conflictos venideros. Es aquí donde aparece el verdadero porqué de la preocupación del país con la mayor infraestructura militar de la historia en nuestro casi indefenso subcontinente: las reservas de agua dulce.
Más al sur, sabida es la simpatía entre los yanquis y nuestro vecino, Chile. Claro está que por el trasandino país no debe preocuparse el gobierno de George W. Bush, que lo único que le falta para aliarse definitivamente al imperialismo yanqui e inglés es declararse Estado Libre Asociado. La estrategia estadounidense en el caso chileno es simple: armarlo hasta los dientes. En los últimos años, Chile fue el país que más gastó en América del Sur en armamento de última tecnología, entre lo que se destaca la compra de aviones caza F-16, utilizados actualmente por la marina estadounidense. ¿Para qué querrá Chile semejante poderío militar? ¿Para una guerra con Bolivia por el reclamo del país del altiplano por una salida al mar? No parece lógico…
Pero volviendo a nuestra grandísima y queridísima Nación, he aquí lo que nos interesa: en los últimos años Estados Unidos fue instalando en la Argentina distintos asentamientos, no sólo militares, sino también de inteligencia para monitorear el país. Ushuaia, Bariloche, Buenos Aires y Salta ya no sólo deben jactarse de ser ciudades de la República Argentina, sino que tienen el privilegio de hospedar a agentes de la CIA y militares de distintos rangos de los Estados Unidos. La guerra por el agua aun no ha comenzado, pero desde el Norte ya vienen colocando sus piezas donde deben…
Sabrán responder el Grupo Clarín y las distintas radios y canales de televisión el porqué no tocan estos temas.

jueves, 13 de diciembre de 2007

La valija de Wilson

De repente, de la nada, como por arte de magia, un fiscal de Miami descubrió que la valija que le fue secuestrada al venezolano Antonini Wilson hace cuatro meses estaba destinada a financiar la campaña de Cristina Fernández. Que esa plata había sido enviada por Hugo Chávez, debido a la "excelente" relación bilateral entre nuestros países latinoamericanos. Claro que la información fue dada a conocer justo 48 horas después de la asunción de la nueva Presidenta argentina, y tres días después de la reunión en la cual se le dio forma al nuevo Banco del Sur creado por varios de los estados del cono sur... (Quedará para otro momento el análisis de por qué Chile y Colombia, los dos países más cercanos a Washington de la región, no son parte del acuerdo…)
Es poco serio creer que los Kirchner necesiten plata de afuera para hacer su campaña. Realmente es poco serio. Queda en cada uno creer o no en los servicios de información estadounidenses, que lo único que hacen es desprestigiar a Chávez por su política antiimperialista.
No es la intención de este blog defender a Cristina K. ni posicionarse del lado oficialista de la cuestión, sino dejar en claro el objetivo de los Estados Unidos con este tipo de informaciones. La Argentina es un país que vivió los últimos 30 años atado a las decisiones de Washington y del FMI, y es inadmisible que gente que habita dentro de este país (y no me refiero a los grandes empresarios que hicieron y aun hoy hacen negocios, beneficiándose de las políticas neoliberales de los sucesivos ministros de Economía) se agarre de este tipo de informaciones para desprestigiar a un gobierno democrático que todavía no ha hecho absolutamente nada (ni bueno ni malo, valga la aclaración). Basta prender la tele y ver TN o el noticiero de Telefé, o sintonizar Radio Mitre o Continental para escuchar a todos esos bocones que se hacen llamar periodistas levantando un misilazo político en forma de información lanzado desde el país más infame del norte. “Operación basura” llamó Cristina a este hecho y, por lo menos por esta vez, desde acá estamos de acuerdo. “Esta Presidenta no se va a dejar presionar”... Esperemos que sea verdad.

Editorial

Los grandes medios multinacionales de comunicación manejan la información a su gusto y antojo, siempre al servicio de sus intereses económicos y políticos. Esto no es nuevo, claro está, pero la mayoría de la gente se niega a aceptarlo y prefiere vivir en este submundo de mentiras y diversificaciones de la verdad en la que las grandes corporaciones nos tienen inmersos. Estos poderosos grupos capitalistas mantienen al margen a los que disiden con su ideología (más bien con los que impiden o tratan de impedir su negocio) controlando casi todos los flujos de información y censurando o desacreditando a cualquier humano que intente contradecir o poner en peligro esta gran empresa que es el mundo.
Pero su propio sistema de globalización ha dejado un hueco, el cual muchos, cualquiera, podría llenar. Internet, y en particular el blog, nos permite a los que aun creemos que hay otras alternativas, dar nuestra opinión, poner el eje en otras cuestiones que las oficiales e incluso inventar nuestras propias noticias. Éste será el objetivo de "Otra forma de ver los hechos", un blog creado con la única y mera motivación de la necesidad. La necesidad de decir otras cosas, o las mismas pero de manera distinta. La necesidad de no tener que escuchar, leer o ver siempre lo mismo, relatado por la misma voz pero con distintos tonos, escrito con la misma lapicera pero por distintas manos. En fin, la necesidad de ver otra cara que la del capitalismo.