miércoles, 22 de octubre de 2008

¿Qué país queremos?

El Jefe de Gobierno dice que no les puede aumentar a los maestros. Dice que no hay plata. Dice que cobran de promedio $3400 por mes. Dice que “no tienen perdón de Dios” por dejar a los chicos sin clases. Dice. Y dice. Y dice.
Porque hacer, no hace nada. Salvo que todos se crean que pavimentar calles es el principal deber del Estado. Hace un año que tomó posesión neta del sillón de la Jefatura de Gobierno porteña, pero desde hace casi 3 que viene decidiendo (él y sus “gestionadores”) los caminos a seguir de Buenos Aires_ recordar el co-gobierno con Telerman.
Macri dice que la Ciudad no tiene plata, pero cuando hace unos días se hizo una sesión en la Legislatura para tratar la reasignación de presupuestos, hizo retirar a todo su bloque para no dar el quórum. Macri dice que no tiene plata, pero desde que asumió subieron el ABL, los peajes y volvieron las fotomultas. Macri dice que no tiene plata… pero lo que no dice es que sí la tiene, pero no quiere “gastarla” en educación. ¿Por qué? Porque la considera un gasto, y no un derecho y una inversión a futuro. Y porque un pueblo sin educación es más fácil de dominar. En resumidas cuentas: porque es un neoliberal, y así piensan los neoliberales (tuvimos uno en la Rosada en los 90, ¿se acuerdan?).

Por otra parte, el país afronta la peor crisis económica mundial de manera tranquila y sin posibilidades de naufragar (clase media: recuerden cómo estaban en el 2001, después de diez años de fantasía). La debacle económica en Norteamérica y Europa, causada por los grandes bancos, provoca despidos masivos, cierres de negocios y gente que queda en la calle, sin casa ni trabajo. Esos grandes grupos bancarios, que tuvieron que ser salvados con la plata de los distintos Estados (es decir, de los contribuyentes. Es decir, de gente como vos y como yo.) son los mismos que se llevaron la plata del país en el 2001, son los mismos que compraron los bancos argentinos en los 90 a precios aberrantes (por lo bajos) y son los mismos que administran nuestras jubilaciones. Ahora el Estado argentino decide, coherentemente, nacionalizar esos fondos para garantizar a los que hoy trabajan, que mañana tengan una jubilación digna, o que al menos la tengan. También es una clara medida preventiva en lo económico. De esta manera, los fondos se quedarán el país y avitarán así una masiva fuga de capitales por parte de las AFJP. Pero en lugar de preguntarnos si la decisión es correcta, si el Estado está capacitado para administrar tantos sueldos, lo que hacemos es despotricar diciendo que el Gobierno lo hace solamente para agrandar su caja…

La pregunta que todos tenemos que hacernos es: “¿Cuál es el país que queremos?” ¿El país que nos ofrece Macri y su grupo de técnicos inoperantes que vienen a hacer del Estado porteño una empresa? ¿El país que nos pinta el Grupo Clarín, en el que está todo mal, nos hundimos en arena movediza y no estamos firmes y en plena remontada económica y social? ¿El país que nos inventan los lobbystas Bonelli, Silvestre, Van Der Kooy, Julio Blanc o Morales Solá? ¿El país que piden y exigen los grandes productores del campo que lo único que buscan es llenar sus camiones de soja y sus cuentas de dólares, sin pensar en el resto de la Argentina?

El Grupo Clarín claramente apunta a provocar una crisis, para que así se produzca otra devaluación y puedan licuar aun más su millonaria deuda. Pero la gente se sigue dejando engañar por los discursos de estos pseudoperiodistas (que profesión bastardeada me elegí…) que lo único que quieren es satisfacer a su patrón de turno y que el día de mañana se van a tener que esconder cuando la sociedad se de realmente cuenta de lo que están tratando de hacer, como les pasó a tipos como Neustadt y Grondona.
Cabe recordar al campo en este momento. Momento en el que la soja está muy por debajo del precio que tenía a principio de año y… ¿saben qué? De haber aprobado la resolución 125, hoy el sector estaría recibiendo más plata que la que reciben actualmente… Andan diciendo por ahí, que las bases van a cortar cabezas (léase Bussi, Miguens, etc.). Y la clase media apoyó a estos muchachos…

Alguna vez tenemos que dejar de pensar en lo individual, y pensar en lo colectivo. Alguna vez, tenemos que ubicarnos en el lugar que nos corresponde, y no exigir irrealidades. Somos argentinos, y la gran mayoría, bien o mal, tenemos nuestros puntos flojos. Si pasamos en rojo el semáforo, es porque “no lo vi”. Si el perro caga en la calle y no lo limpiamos, es porque me olvidé la bolsa. Si no pagamos un impuesto es porque nadie lo paga, para qué lo voy a pagar yo. Si nos mandamos alguna, siempre hay una excusa.
Los políticos que tenemos, son un reflejo de lo que somos como sociedad. El gobierno nacional no es un oasis de moralidad y buena gobernabilidad. Los De Vido, los Moyano, los Trenes Bala, la situación de la salud y la educación en el país... Esos son los puntos donde tenemos que apuntar, y debemos apuntar, al criticar al kirchnerismo. Pero tenemos que abrir los ojos. Bien abiertos. Latinoamérica parece unida como nunca. El Gobierno nacional apoya de manera activa a gobiernos socialistas como los de Venezuela y Bolivia. Nosotros tenemos que apoyar también a esos gobiernos, en lugar de descalificar a Chávez o Evo porque no nos gustan. Estamos ante una oportunidad única. No hay que dejarla pasar, no hay que dejar que nos pongan más palos en la rueda. Tenemos que aprovecharlo.